diumenge, 21 de febrer del 2021

1r diumenge de Quaresma 2021

«...i els àngels el servien.» (Mc 1, 13)

MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA ESTA CUARESMA

 http://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/lent/documents/papa-francesco_20201111_messaggio-quaresima2021.html

 

 

Fraternitat de Santa Clara de Vilobí d'Onyar - Germanes Clarisses. 

"Atura't, escolta!"


Lectura primera Gn 9,8-15

Aliança de Déu amb Noè, salvat de la inundació del diluvi


Lectura segona 1Pe 3,18-22

L'aigua prefigurava el baptisme que ara us salva


Evangeli Mc 1,12-15

Lectura de l'evangeli segons sant Marc

En aquell temps, l'Esperit empenyé Jesús cap al desert, on passà quaranta dies temptat per Satanàs. Vivia entre els animals feréstecs i l'alimentaven els àngels.

Després d'haver estat empresonat Joan, Jesús es presentà a Galilea predicant la bona nova de Déu; deia: «Ha arribat l'hora i el Regne de Déu és a prop. Convertiu-vos i creieu en la Bona Nova».


PAPA FRANCISCO

ÁNGELUS

Plaza de San Pedro
Domingo,, 21 de febtero de 2021


Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El pasado miércoles, con el rito penitencial de la ceniza, iniciamos el camino de la Cuaresma. Hoy, primer domingo de este tiempo litúrgico, la Palabra de Dios nos indica el camino para vivir fructuosamente los cuarenta días que conducen a la celebración anual de la Pascua. Es el camino recorrido por Jesús, que el Evangelio, en el estilo esencial de Marcos, resume diciendo que Él, antes de comenzar su predicación, se retiró durante cuarenta días al desierto, donde fue tentado por Satanás (cf. 1,12-15). El evangelista subraya que «el Espíritu empuja a Jesús al desierto» (v. 12). El Espíritu Santo, que descendió sobre Él nada más recibir el bautismo de Juan en el río Jordán, el mismo Espíritu le empuja ahora a ir al desierto, para enfrentarse al Tentador, para luchar contra el diablo. Toda la existencia de Jesús se pone bajo el signo del Espíritu de Dios, que lo anima, lo inspira y lo guía.

Pero pensemos en el desierto. Detengámonos un momento en este entorno, natural y simbólico, tan importante en la Biblia. El desierto es el lugar donde Dios habla al corazón del hombre, y donde brota la respuesta de la oración, o sea, el desierto de la soledad, el corazón sin apego a otras cosas y solo, en esa soledad, se abre a la Palabra de Dios. Pero es también el lugar de la prueba y la tentación, donde el Tentador, aprovechando la fragilidad y las necesidades humanas, insinúa su voz engañosa, alternativa a la de Dios, una voz alternativa que te muestra otro camino, un camino de engaños. El Tentador seduce. Efectivamente, durante los cuarenta días vividos por Jesús en el desierto, comienza el “duelo” entre Jesús y el diablo, que terminará con la Pasión y la Cruz. Todo el ministerio de Cristo es una lucha contra el Maligno en sus múltiples manifestaciones: curaciones de enfermedades, exorcismos de los endemoniados, perdón de los pecados. Después de la primera fase en la que Jesús demuestra que habla y actúa con el poder de Dios, parece que el diablo prevalezca  cuando el Hijo de Dios es rechazado, abandonado y finalmente capturado y condenado a muerte. Parece que el vencedor es el diablo. En realidad, la muerte era el último “desierto” a atravesar para derrotar definitivamente a Satanás y liberarnos a todos de su poder. Y así Jesús triunfó en el desierto de la muerte para triunfar después en la Resurrección.

Cada año, al comienzo de la Cuaresma, este Evangelio de las tentaciones de Jesús en el desierto nos recuerda que la vida del cristiano, tras las huellas del Señor, es una batalla contra el espíritu del mal. Nos muestra que Jesús se enfrentó voluntariamente al Tentador y lo venció; y al mismo tiempo nos recuerda que al diablo se le concede la posibilidad de actuar también sobre nosotros con sus tentaciones. Debemos ser conscientes de la presencia de este enemigo astuto, interesado en nuestra condena eterna, en nuestro fracaso, y prepararnos para defendernos de él y combatirlo. La gracia de Dios nos asegura, mediante la fe, la oración y la penitencia, la victoria sobre el enemigo. Pero hay algo que me gustaría subrayar: en las tentaciones Jesús no dialoga nunca con el diablo, nunca. En su vida, Jesús no tuvo jamás un diálogo con el diablo, jamás. O lo expulsa de los endemoniados o lo condena o muestra su malicia, pero nunca un diálogo. Y en el desierto parece que haya un diálogo porque el diablo le hace tres propuestas y Jesús responde. Pero Jesús no responde con sus palabras; responde con la Palabra de Dios, con tres pasajes de la Escritura. Y esto es lo que debemos hacer también todos nosotros. Cuando se acerca el seductor, comienza a seducirnos: “Pero piensa esto, haz aquello...”. La tentación es la de dialogar con él, como hizo Eva; y si nosotros entablamos diálogo con el diablo seremos derrotados. Grabaos esto en la cabeza y en el corazón: no se dialoga nunca con el diablo, no hay diálogo posible. Solo la Palabra de Dios.

En el tiempo de Cuaresma, el Espíritu Santo nos empuja también a nosotros, como a Jesús, a entrar en el desierto. No se trata —como hemos visto— de un lugar físico, sino de una dimensión existencial en la que hacer silencio y ponernos a la escucha de la palabra de Dios, «para que se cumpla en nosotros la verdadera conversión» (Oración colecta 1er Domingo de Cuaresma B). No tengáis miedo del desierto, buscad más momentos de oración, de silencio, para entrar en nosotros mismos. No tengáis miedo. Estamos llamados a caminar por las sendas de Dios, renovando las promesas de nuestro bautismo: renunciar a Satanás, a todas sus obras y a todas sus seducciones. El enemigo está ahí, al acecho, tened cuidado. Pero no dialoguéis nunca con él. Nos encomendamos a la intercesión maternal de la Virgen María.

 




 "Vivia entre fieras y los angeles le servian."

centroarrupevalencia.org

Vivía entre fieras, y los ángeles le servían

https://centroarrupevalencia.org/vivia-entre-fieras-y-los-angeles-le-servian/?fbclid=IwAR2mtCrKdKeuBdOxGzSdy5EcutnyBUjtGuG4AVSen-oc426Z76dYBrs9ZP8


 

CONTIGO EN EL DESIERTO, SEÑOR

Escucharé al silencio que habla

y la Palabra que resuena.

Me sentiré preparado para la misión

para así, ofrecerme hasta desgastarme

contigo y por Ti, mi Señor.

¿Por qué vas a un desierto, Jesús?

¿Qué te brindan la arena y las montañas

sin alimento ni nada con lo que sustentarte?

El desierto habla,

cuando el mundo calla

Hace al cuerpo y a la fe, fuertes y resistentes

ante tantas cosas que los debilitan

Llévame contigo al desierto, Señor

porque sin necesidad de estar

en la aridez de esa tierra desértica

también aquí y ahora soy tentado:

por el afán de tener

por el deseo del poder

por la ambición de ser adorado

Contigo en el desierto, Señor

seré fiel hasta el final

me prepararé a la dureza de la cruz

saldré victorioso frente al mal.

Romperé con aquella tentación

que me persigue como si fuera

mi misma sombra.

Dame, Señor, valor para triunfar sobre ellas

Concédeme, la valentía necesaria

para demostrarte mi fidelidad y mí entrega.

Quiero estar contigo en el desierto:

con Dios, fortaleza

con Dios, salvación

con Dios, poderoso

con Dios, santo

con Dios, único Dios.

Quiero subir contigo, Señor a celebrar tu Pascua, Señor. Amén.


Déu i Pare nostre,

    comencem la Quaresma

    demanant que, com Jesús,

     ens deixem guiar per l’Esperit

    a tenir temps de desert i de silenci interior

   per escoltar i alimentar-nos de la vostra Paraula,

   i, així, renovar i enfortir la nostra fe

   aprenent, cada dia més,

   a actuar segons la Bona Nova del vostre Regne. 

Feu-nos ser, Pare,

   respectuosos amb la Creació:

   casa comuna de la família humana

   però especialment amb cada persona,

   amb qui Vos voleu compartir l’amistat.

Que sapiguem mirar tothom

    amb els vostre ulls

    i mai amb rivalitat o enemistat.

Que la Quaresma que comencem

    ens porti a viure en actitud pasqual:

   deixant-nos renovar per la vida sempre nova

   que Jesús ens ofereix,

   deixant-nos guiar per l’Esperit,

   que ens fa seguir els teus camins

   i ens dóna coratge per superar tantes coses

   que no fem prou bé. Que així sia!

           JESÚS TENTADO

Eres Dios, pero bajaste a nuestra arena,

   despojado de tu gloria y de tu fuerza,

     quisiste ser humano del todo,

     quisiste palpar la debilidad de nuestra carne,

   la insatisfacción de nuestro espíritu,

      el poder de las pasiones.

En la arena del desierto luchaste a cuerpo limpio,

   tu vida y tu muerte se jugaban.

¿Qué armas tenías que escoger?

¿Qué palabras tenías que decir y que escuchar?

¿Qué estrategia tenías que seguir?

   La vida y la muerte se jugaban.

Si escogías la vida, ganaba la muerte.

Si escogías la gloria, ganaba el diablo.

Si escogías ser el último, quedabas el primero.

Si renunciabas a la gloria, ganaban los pequeños.

Si dejabas las riquezas, ganaban los pobres.

Si ofrecías tu vida, ganaba el amor.

   Dijiste sí, Padre, toma mi vida.

   Dijiste sí al Espíritu bueno.

   Hiciste de ti mismo una ofrenda redentora,

    tu vida entregada en favor de la humanidad.

Y aplaudieron los ángeles,

hombres y mujeres se salvaron.

Dios bendijo y sonrió.


       DÉU I AJUT EN LES TEMPTACIONS

1. Jo havia demanat a Déu poder per a ser admirat...

    i m'he trobat amb l'amor per a no necessitar ser poderós.

2. Jo havia demanat a Déu la salut per a fer grans coses...

    i m'he trobat amb la malaltia per a fer-me gran.

3. Jo havia demanat la riquesa per a ser feliç...

    i m'he trobat amb la felicitat per a poder viure la pobresa.

4. Jo havia demanat a Déu lleis per a dominar els altres...

    i m'he trobat amb la llibertat per a alliberar-los.

5. Jo havia demanat a Déu admiradors

    per a estar envoltat de gent...

    i m'he trobat amics per a no estar sol.

6. Jo havia demanat a Déu idees per a convèncer...

     i m'he trobat espai per a conviure.

7. Jo li havia demanat diners per a comprar coses...

    i m'he trobat persones per a compartir els meus diners.

8. Jo li havia demanat miracles per a creure...

    i Ell m’ha donat fe per a fer miracles.

9. Jo li havia demanat una religió per a guanyar-me el cel...

     i Ell només m'ha donat el seu fill

    per a acompanyar-me per la terra.

10. Jo li havia demanat de tot per a gaudir en la vida...

     i Ell m’ha donat la vida perquè gaudeixi de tot.

11. Jo li havia demanat ser un déu...

    i Ell només va poder fer-me home.

                            (J. A. Garcia )