diumenge, 9 de desembre del 2018

2n ADVENT 2018

ADVENT'2018


Aprendre l'esperança!


CORONA D’ADVENT 

Los profetas
mantenían encendida
la esperanza de Israel
y los pobres del mundo
anhelan la liberación.
Nosotros,
como símbolo de la nueva justicia,
encendemos estas dos velas,
ESPECIALMENTE LA MORADA,
SIGNO DE NUESTRA NECESIDAD
DE CONVERSIÓN.
Que cada uno de nosotros, Señor,
sea tierra preparada,
como Juan Bautista,
para que sepamos abrir
en nuestra vida
y en nuestro mundo,
nuevas rutas al Señor.
Caminos de justicia y de paz.
¡Ven pronto, Señor!
¡Ven, Salvador!


Lectura primera Ba 5,1-9
Déu farà que es vegi pertot arreu la teva resplendor



Lectura segona Fl 1,4-6.8-11
Déu, que ha començat en vosaltres un bon treball,
acabarà de dur-lo a terme fins al dia de Jesucrist.


LECTURA DE L'EVANGELI SEGONS SANT LLUC 
L'any quinzè del regnat de l'emperador Tiberi, mentre Ponç Pilat era procurador romà de la Judea, Herodes era tetrarca de Galilea, Felip, el seu germà ho era d'Iturea i de la regió de Traconítida, i Lisànies ho era d'Abilena, durant el pontificat d'Anàs i Caifàs, Joan, fill de Zacaries, rebé la paraula de Déu al desert, i anà per tota la comarca del Jordà predicant un baptisme de conversió per obtenir el perdó dels pecats.
Complia el que hi ha escrit al llibre del profeta Isaïes: «Una veu crida en el desert: Obriu una ruta al Senyor, aplaneu-li el camí. S'alçaran les fondalades i s'abaixaran les muntanyes i els turons, la serralada es tornarà una plana, i el terreny escabrós serà una vall, i tothom veurà la salvació de Déu».
                                                                              (Lc 3,1-6)


MEDITACIÓN

vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías en el desierto.
¿Qué tiempos y espacios aprovecho para “hacer desierto” y encontrarme conmigo mismo y con Dios?
Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.
¿Cuál es la conversión a la que Dios me está llamando en este momento? ¿Qué conversión pastoral está pidiendo el Señor a nuestra parroquia?
Voz que grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos…
¿Cuáles son los desiertos actuales que necesitan una voz esperanzada? ¿Qué caminos he de preparar para que el Señor se haga presente: el camino del encuentro, de la solidaridad, de la acogida, del perdón, de la confianza, de la comunicación, de la amistad…?
Los valles serán rellenados, los montes y colinas serán rebajados; lo torcido será enderezado, lo escabroso será camino llano.
¿Cuáles son los vacíos de mi vida que he de rellenar? ¿Qué actitudes he de pulir y rebajar? ¿Qué dimensiones de mi vida y de mi parroquia están torcidas e impiden vivir como auténticos discípulos misioneros?
Y toda carne verá la salvación de Dios.
¿A quién he de “llegar” para proponerles la Buena Noticia de Jesucristo? ¿Estoy siendo, está siendo mi parroquia una auténtica comunidad misionera, en salida constante? ¿Qué cambios me está pidiendo en este momento el Señor a mí personalmente y a mi parroquia, para ser de verdad una parroquia en salida?
(Dossier ACG «Anunciemos con alegría. Adviento 2018»)




Señor,
cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado..
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan,
dame alguien que necesite de mi comprensión;
cuando sienta necesidad de que cuiden de mí,
dame alguien a quien pueda atender;
cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
dales, a través de nuestras manos, no solo el pan de cada día,
también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.
                                             Santa Teresa de Calcuta


Necesitamos conversión, Señor,
cambiar el corazón, revisar la vida,
reconocer errores y egoísmos…
para vivir en tu presencia,
para escuchar tu voz.
Necesitamos conversión, Señor,
aprender a discernir, descubrir tus exigencias,
asumir el Evangelio con toda la vida.
Necesitamos conversión, Señor, ayúdanos...
danos tu espíritu... como María,
para hacer nacer a Dios en nosotros,
para dar a luz a Jesús a nuestro alrededor.
                              Marcelo A. Murúa


Tú, Padre, siempre estás enviando profetas:
Los que llaman al compromiso por la justicia:
nos ayudan a “igualar lo escabroso”
eliminando las desigualdades injustas,
buscando libertad para los oprimidos,
pan para los necesitados,
acogida y amor para todos.
Profetas que nos incitan a un mundo habitable
ahora y en el futuro.
Profetas que nos llaman a la austeridad solidaria,
nos invitan a comer y beber con mesura,
a vestir sin exceso de adornos,
a consumir teniendo presente que haya para todos.
Profetas que nos llaman al “autodominio”:
nos hacen conscientes de nuestros límites,
nos ayudan a respetarlos y acogerlos con ternura,
nos aportan serenidad, y paz de espíritu,
nos llevan hacia la verdadera libertad:
evitando el consumo compulsivo que genera injusticia.
Cristo Jesús: Ayúdanos a preparar tu venida.
Que descubramos nuestros caminos hacia Ti.
Que seamos capaces de suprimir los vacíos,
superar el desaliento,
evitar las ambiciones exageradas,
corregir humildemente lo negativo,
eliminar la desigualdad injusta.
Que tu voz resuene en el desierto de nuestro corazón.
¡Ven pronto, Señor!


TU TIENES PROMESAS VERDADERAS
¡Ven, Señor, y no tardes demasiado!
Estamos cansados de tantas promesas falsas
A cada momento nos asaltan dudas,
incertidumbres, fracasos, bofetadas,
traiciones, desencuentros, engaños.
¡Ven, Señor, no te demores!
Pensamos haber atinado el futuro,
y estamos inmersos en demasiados fracasos.
Creemos ser portadores de humanidad,
y aniquilamos, una y otra vez,
inocentes y víctimas de nuestro vivir egoista.
¡Ven, Señor, no retrases tu llegada!
Porque, entre otras cosas, sentimos que la tiniebla
se impone con más rapidez que la misma luz,
que los engaños se disparan a más velocidad
que la verdad que pide y exige el hombre
¡Ven, Señor, y endereza nuestros caminos!
Haznos buscar un desierto en el que hablarte
Un desierto en el que encontrarte
Un desierto en el que buscarte
Un desierto en el cual poder escucharte
¡Ven, Señor, y allana nuestros senderos!
Rebaja nuestro orgullo, para conquistarte con humildad
Alisa nuestra dispersión, para quererte sólo a Ti
Pule nuestro vivir, para que tengas más cabida en él
¡Ven, Señor, y no aplaces tu vuelta!
Entre otras cosas, porque cada día que pasa,
sentimos que el mundo está más herido de muerte
si Tú le faltas por dentro
si Tú no le envías tu esperanza y tu aliento
¡Ven, Señor, y acelera tu llegada!

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Déu nostre, 
que cada any ens convideu a esperar amb goig 
               la vinguda del vostre Fill 
   i ens crideu a rebre’l amb conversió de cor.
Us demanem que aquest diumenge, un cop més, 
la veu de Joan Baptista, la veu que crida en el desert, 
         sacsegi el nostre esperit 
i ens mogui a créixer en la fidelitat a l’Evangeli.
Per nostre Senyor Jesucrist, el vostre Fill, 
que amb vós viu i regna en la unitat de l’Esperit Sant, 
            Déu, pels segles dels segles. 

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