dimarts, 12 de març del 2019

1er diumenge de Quaresma' 2019

«L’univers creat espera amb impaciència
 que la glòria dels fills de Déu

es reveli plenament»
(Rm 8, 19)



MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA CUARESMA 2019
             «La creación, expectante, está aguardando
               la manifestación de los hijos de Dios»
(Rm 8,19)








Lectura primera: Deuteronomi 26,4-10
Professió de fe del poble escollit
«El meu pare era un arameu errant...»




Lectura segona Rm 10,8-13
Professió de fe del qui creu en Jesucrist
«Tens la paraula molt a prop teu; la tens als llavis i al cor».




Lectura de l'evangeli segons sant Lluc
En aquell temps, Jesús, ple de l'Esperit Sant, se'n tornà del Jordà, i durant quaranta dies l'Esperit el conduïa pel desert, i era temptat pel diable. Durant aquells dies no menjava res i a la fi quedà extenuat de fam. El diable li digué: «Si ets Fill de Déu, digues a aquesta pedra que es torni pa». Jesús li va respondre: «Diu l'Escriptura que l'home no viu només de pa». Després el diable se l'endugué amunt, li ensenyà en un instant tots els reialmes de la terra i li digué: «Et puc donar tot aquest poder i la glòria d'aquests reialmes; tot m'ha estat confiat a mi, i ho dono a qui jo vull; adora'm i tot serà teu». Jesús li respongué: «L'Escriptura diu: "Adora el Senyor, el teu Déu, dóna culte a ell tot sol"». Després el conduí a Jerusalem, el deixà dalt la cornisa del temple i li digué: «Si ets Fill de Déu, tira't daltabaix des d'aquí; l'Escriptura diu que "ha donat ordre als seus àngels de guardar-te" i que "et duran a les palmes de les mans, perquè els teus peus no ensopeguin amb les pedres"». Jesús li respongué: «Diu l'Escriptura: "No temptis el Senyor, el teu Déu"».
Esgotades les diverses temptacions, el diable s'allunyà d'ell, esperant que arribés l'oportunitat.                                                                 (Lc 4, 1-13)






LA OTRA RESPUESTA


Cambió por pan las piedras,
con un chasquido de dedos,
y sedujo a los hambrientos.

Saltó de lo alto del templo,
aterrizó sin daño,
el espectáculo
cautivó a todos.

Adoró al poder,
y fue rey
de haciendas,
de fronteras,
de recursos, de cuerpos,
pero no de corazones. 


Nadie recuerda su nombre.
Tentación eterna,
universal, humana,
que a todos se nos presenta
alguna vez en la vida.

Dar pan ajeno,
seducir sin entregarse,
dominar sin amar.


Y ahí sigue tu respuesta.
Hacerse pan,
debilidad, servicio.

No olvidaremos tu nombre,
Jesús.


                       J.M Rodríguez Olaizola




Com la pols del camí:


On vas?
Cap a on camines, ésser humà? Para't!
Pren a les teves mans aquesta cendra,
bufa sobre ella.
¿Què t'ha quedat a les mans,
a les teves mans humanes?
Amb una bufada tot s'ha escampat...


No ho entens?
On vas? Cap a on camines?
¿No veus encara la teva fragilitat...
el teu ésser de fang,
el teu ser cendra?


I, potser, et creus important...
I, potser, et consideres gegant...


Avui una mica de cendra,
en començar la quaresma
et crida des del més pregon:
obre't a allò que és essencial!
obre't a allò que és important!
obre't a les preguntes que no passen!
obre't a la Paraula de Déu!
obre't...
On vas? Cap on t'encamines ésser humà?
¿I si haguessis de girar el camí
i emprendre la ruta que porta
a la llibertat dels fills i filles de Deu?




Padre, no nos dejes caer en la tentación.
En la tentación de vender
tu amistad por un aparente buen precio.
No nos dejes caer en la tentación
de olvidarte por tener mucho trabajo,
de olvidarte por tener
cosas más importantes que hacer,
de olvidarte por tener demasiado agobio.
No nos dejes caer en la tentación
de olvidarte por los grandes propósitos,
de olvidarte por hacer muchas cosas buenas.
No nos dejes caer en la tentación
de olvidarte en los demás
por tener que hacer oración a ti;
o de olvidar la oración a ti
por atender a los demás.
Señor, que no me olvide de ti.
Que me deje empujar por tu Espíritu
sin miedo, sin prejuicios, sin perezas.
Señor, renueva mi camino.


ORACIÓN: «EL ESPÍRITU
LO FUE LLEVANDO POR EL DESIERTO» (Lc 4, 1-13)


Señor Jesús:
Acabo de contemplar las grandes tentaciones de tu vida.
No son distintas de las nuestras.
El tener pan para vivir corrió el riesgo de la avaricia:
vivir sólo de pan,
alimentarse únicamente de cosas y de casas,
de trabajos para adquirir más dinero
y estar más lleno de seguridades.
El poder fue también para ti una tentación:
aceptando la tiranía religiosa y política de tu tiempo,
los dirigentes te hubieran colmado de poder;
si hubieras sido obediente,
y hubieras apoyado el comercio del templo,
el oropel de los sacerdotes,
la sabiduría legal de los fariseos,
la tiranía romana como un mal menor
o la violencia contra el opresor....,
las cosas te hubieran ido de otra manera;
no habrías terminado en esa cruz,
sino disfrutando del poder,
o siendo un mártir de la liberación judía.
Y tu valía personal para curar, para hablar,
para entusiasmar a la gente,
para hacerles compartir...
también corrió el riesgo
de la vanagloria y el incienso;
a punto estuvo de que la gente te proclamara rey.
Pero Tú, Jesús, te dejaste conducir por el Espíritu Santo.
Él te llevó por el camino que el Padre te ofrecía:
no vivir sólo de pan, sino de unión con el Padre;
no tuviste más señor que el Padre;
por ello abriste los ojos a la gente
para que no se dejaran manipular por los interesados,
fueran religiosos o políticos,
no querías aplausos, sino el servicio a todos.
Nuestra vida sigue tentada por estas mismas fuerzas:
tener, poder y valer siguen atrayéndonos;
podemos usarlos como mediaciones para realizar tu Reino,
o como mediaciones para nuestro encumbramiento.
Escuchar al Espíritu Santo es decisivo:
él nos hace mirarte a ti, Jesús,
y nos sugiere tu seguimiento.
Ven, Espíritu Santo, condúcenos,
llévanos por el desierto de la vida,
como llevaste a Jesús, nuestro maestro.
                       Rufo González Pérez






¡QUÉ INSIDIOSAS y PESADAS SON LAS TENTACIONES!
                 No nos dejes caer en la tentación


Hoy te pedimos que acompañes nuestro
caminar para que no caigamos en la tentación:
la tentación de sentirnos superiores a nadie,
la tentación de querer tener de todo,
la tentación de saber de todo, de estar «a la última»,
la tentación de acumular, de tener «por si acaso»,
la tentación de que nos sobren cosas,
la tentación de defender nuestro prestigio con uñas y dientes,
la tentación de vivir únicamente centrados
en nuestro propio ombligo,
la tentación de sestear la vida
en vez de vivir la con intensidad e ilusión,
la tentación de dejarnos buscar
esperando a que salgan a nuestro encuentro,
la tentación de dejar el mundo como está
sin comprometemos en su transformación,
la tentación de no pedir favores
para no sentimos necesitados de los demás,
la tentación de no reutilizar lo propio y ajeno,
para ser más austeros,
la tentación de las conversaciones triviales, de los ocios basura,
la tentación de no interesarnos por los otros
con empatía y ternura,
la tentación de preocupamos demasiado por las cosas,
en vez de ocuparnos,
la tentación de vivir una vida sosa, rutinaria y mediocre,
en vez de vivida a tu manera,
la tentación de no crecer, no madurar,
no cambiar, no evolucionar,
la tentación de querer ser como todo el mundo,
intentando agradar a todos,
la tentación de la superficialidad, de la trivialización,
de la falta de espiritualidad,
la tentación del poder, del querer manipular,
de controlar la vida de otros,
la tentación de no vivir la Vida en abundancia que tú nos ofreces,
la tentación del estrés, las prisas y el activismo
sin contemplar, sin rezar, sin descansar en ti,
la tentación de ser más Martas que Marías,
más acción que contemplación,
la tentación de vivir sin ti, de olvidarte,
de no incluirte en nuestro día...
Señor, vivimos como Tú, tentados,
pero ayúdanos para que no caigamos en las tentaciones
o sepamos levantarnos y volver a empezar.
hasta que contigo lleguemos a la total liberación.


(Delegación Diocesana de Pastoral de Juventud
                  -Diócesis de Sevilla-)



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