dimarts, 24 de març del 2015

"Si el gra de blat..." (Jn 12, 20-33)

Temps de Quaresma: 
"On és el teu germà?" (Gn 4,9) 

DIUMENGE V de CUARESMA





Lectura primera Jr 31,31-34
Pactaré amb vosaltres una aliança nova

i no em recordaré més del vostre pecat

El Señor perdona los crímenes del pueblo y "no recuerda sus pecados". Dios oye las súplicas del pecador arrepentido que pide en el salmo 50 le conceda "un corazón nuevo". Hemos de confiar siempre en la misericordia y la bondad de Dios que es compasivo y borra nuestras culpas. Muchas personas cargan toda su vida con un fardo pesado, creyendo que hay que aplacar la ira de Dios por el pecado cometido. Recuerdo una escena de la película "La Misión" cuando el ex capitán Mendoza sube a lo más alto de la catarata con toda su armadura, hasta que viéndole extenuado el P. Gabriel le corta sus amarras. ¿Cuál es la muestra de arrepentimiento que Dios espera de nosotros? Que sepamos negarnos a nosotros mismo, es decir morir a nosotros mismos, a nuestro egoísmo, como el grano de trigo que cae en tierra y muere para dar vida. Así se cumple aquello de que "el que pierde su vida por mí, la encontrará".
Dios no recuerda nuestros pecados.
Anthony de Mello en uno de sus libros cuenta que un sacerdote estaba harto de una señora muy devota que día tras día venía a contarle las revelaciones que Dios personalmente le hacía. La buena señora entraba en comunicación directa con el cielo y recibía mensaje tras mensaje. El cura, queriendo descubrir lo que había de superstición en aquellas supuestas revelaciones, dijo a la mujer:
-- Mira, la próxima vez que veas a Dios dile, para que yo esté seguro de que es El quien te habla, que te diga cuáles son mis pecados, esos que sólo yo conozco.
El cura pensó que así la mujer callaría para siempre. Pero a los pocos días apareció de nuevo la beata.
-- ¿Hablaste con Dios?
-- Sí.
-- ¿Y te dijo mis pecados?
-- Me dijo que no me los podía decir porque los había olvidado.
Al oír esta respuesta el sacerdote no pudo concluir si las apariciones eran verdaderas o eran falsas. Pero descubrió que la teología de aquella buena mujer era buena y profunda; porque la verdad es que Dios no sólo perdona los pecados de los hombres, sino que una vez perdonados los olvida, es decir los perdona del todo.








Lectura segona He 5,7-9
Aprengué a ser obedient i es convertí en font de salvació eterna

Hacer la voluntad de Dios significa "hacer lo que agrada a Dios, hacer lo que Dios desea". No se trata de obedecer una ley abstracta e impersonal, sino de vivir las consecuencias de una relación personal con Dios como la que tenía Jesús con el Padre. En efecto, cuando amamos a alguien buscamos espontáneamente hacer lo que le agrada, actuar en pos de su felicidad. Pero, al mismo tiempo, si Dios nos ama, su felicidad es que nosotros descubramos la vida en plenitud, que seamos felices, no una felicidad superficial, sino la que experimenta el ser humano que se convierte en el hombre que está llamado a ser. Respetando nuestra libertad, Dios nos invita a realizar plenamente el ser que somos, desarrollando todos los dones depositados en nosotros. Su designio no es una cadena que suprima nuestra libertad sino una llamada a utilizarla plenamente para ser cada vez más capaces, a imagen suya, de amar y servir. Jesús, el hombre más libre que podemos imaginarnos, hizo la voluntad de Padre, "aprendió sufriendo a obedecer" (Carta a los Hebreos). Hay personas que al rezar el Padrenuestro dicen con vacilación "hágase tu voluntad", como si se tratase de algo difícil de cumplir o algo malo que nos va a suceder. No han llegado a darse cuenta que todo es para nuestro bien, es un Dios que está a favor nuestro, cuya voluntad es nuestra felicidad, aunque tengamos que morir a nosotros mismos. La voluntad de Dios para nuestro mundo es que se haga realidad el Reino de Dios, un reino donde haya justicia, misericordia y perdón como condimentos para que estalle la paz. Todos somos corresponsables de que la voluntad de Dios para nuestro mundo comience aquí y ahora...





Evangeli Jo 12,20-33
El gra de blat, quan cau a terra, si mor, dóna molt de fruit
Lectura de l'evangeli segons sant Joan
En aquell temps, alguns d'entre els grecs que havien pujat a Jerusalem per adorar Déu en ocasió de la festa, anaren a trobar Felip, que era de Bet-Saida de Galilea, i li pregaven: «Senyor, voldríem veure Jesús». Felip anà a dir-ho a Andreu i tots dos ho digueren a Jesús. Jesús els respongué: «Ha arribat l'hora que el Fill de l'home serà glorificat. Us ho dic amb tota veritat: si el gra de blat, quan cau a terra, no mor, queda sol, però si mor, dóna molt de fruit. Els qui estimen la seva pròpia vida la perden; els qui no l'estimen en aquest món, la guarden per a la vida eterna. Si algú es vol fer servidor meu, que em segueixi, i s'estarà on jo m'estic. El Pare honorarà els qui es fan servidors meus.
En aquests moments em sento torbat. Què he de dir? Pare, salveu-me d'aquesta hora? No, és per arribar en aquesta hora, que jo he vingut. Pare, glorifiqueu el vostre nom». Una veu va dir del cel estant: «Ja l'he glorificat, però encara el glorificaré». La gent que ho sentí deia que havia estat un tro; d'altres deien que un àngel li havia parlat. Jesús els digué: «No és per mi que s'ha sentit aquesta veu, és per vosaltres. Ara és el moment que aquest món serà condemnat. Ara el sobirà d'aquest món serà expulsat, i jo, quan seré enlairat damunt la terra, atrauré tothom cap a mi». Deia això indicant com havia de ser la seva mort.


Domingo 5 Cuaresma Ciclo B ( Castellano )   https://youtu.be/Rsqzh6kWGWU

Carêre 5e Dimanche Cycle B ( Français ) https://youtu.be/_Upu6eHOrm0

Sunday 5th Lent Cycle B ( English ) https://youtu.be/BxgjqJ0VJeQ

Domingo 5 Cuaresma Ciclo B ( Portugês ) https://youtu.be/FFAIti6y45Q

Domenica 5 Quaresima Anno B ( Italiano ) https://youtu.be/AC3JZJJtI80


Cuando te has olvidado de ti mismo,
cuando te has agotado en el servicio a los últimos,
cuando has vencido la tentación de cualquier apego,
cuando has aceptado el sufrimiento como compañero,
cuando has sabido perder,
cuando ya no pretendes ganar,
cuando has compartido lo que tú necesitabas,
cuando te has arriesgado por el pobre,
cuando has enjugado las lágrimas del inocente,
cuando has rescatado a alguien de su infierno,
cuando te has introducido
             en el corazón del mundo,
cuando has puesto tu voluntad
             en las manos de Dios,
cuando te has purificado de tu orgullo,
cuando te has vaciado
             de tanto acopio superfluo,
cuando te sientes herido ...
brilla en ti, gratis, la luz de Dios,
sientes su presencia
         irradiando frescura primaveral,
y su perfume te envuelve y reanima.
Ya no necesitas otros tesoros.
Dios te acompaña,
te habla,
te protege.
Te sientes esponjado en un mar de dicha.
Y si no estás en las nubes,
es un Tabor
que se te ofrece gratis,
para que disfrutes ya lo presente
y camines firme
y sin temores.
                                            (Florentino Ulibarri, “Al viento del Espíritu”)





Senyor,
perdona’m els meus silencis,
quan calia parlar.
Perdona’m les meves paraules buides,
quan calia actuar.
Perdona’m que hagi confós el teu Evangeli
amb la meva saviesa.
Perdona’m d’haver reduït el meu servei
a aquells que són amics.
Perdona’m la meva mediocritat,
la meva manca d’amor i generositat.
Perdona’m les meves ofenses
com jo perdono els que m’han ofès,
i ensenya’m a perdonar s
ense ferir aquells que perdono.
                       (Federació de parròquies de França)





MI ALMA SE AGITA, SEÑOR
Cuando llega la hora de la verdad,
y siento que no tengo tantas fuerzas
para defender tú Reino.
Porque me cuesta renunciar a mi “YO”
y decirte que soy todo tuyo, Señor.
MI ALMA SE AGITA, SEÑOR
Porque, lejos de ser trigo que muere,
pretendo ser flor que nunca se marchita
que no quiere perder ninguno de sus pétalos
que, lejos de renunciar a su hermosura,
la quiere salvar a toda costa.
MI ALMA ESTÁ AGITADA, SEÑOR
Porque para dar fruto,
me dices que, primero, hay que desaparecer
Porque para darte gloria,
me recuerdas que he de sucumbir
Porque para, ser de los tuyos,
he de alejarme de muchos de los míos.
MI ALMA ESTÁ AGITADA, SEÑOR
¿Qué te diré? ¿A quién clamaré?
¿A dónde iré? ¿Merece la pena, Señor?
Como Tú, Señor, también yo digo:
Líbrame de aquellas horas
que me producen pena y llanto
Evítame las cruces excesivamente pesadas
Condúceme por los caminos
no inhumanamente estrechos.
Pero, eso sí, Señor; No se haga mi voluntad
Porque, sé mi Señor,
que todo lo que me pides y me das
que todo lo que pones bajo mis pies
es porque, previamente, Señor,
sabes que lo puedo soportar, y por Ti entregar.
MI ALMA ESTÁ AGITADA, SEÑOR
Pero sé que, hoy y siempre,
la esperanza que tengo en Ti, no me defraudará. Amén




MÉS IMATGES: 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada