Temps de Quaresma:
"On és el teu germà?" (Gn 4,9)
DIUMENGE V de CUARESMA
Lectura primera Jr 31,31-34
Pactaré amb vosaltres una aliança nova
i no em recordaré més del vostre pecat
El Señor
perdona los crímenes del pueblo y "no recuerda sus pecados".
Dios oye las súplicas del pecador arrepentido que pide en el salmo
50 le conceda "un corazón nuevo". Hemos de confiar siempre
en la misericordia y la bondad de Dios que es compasivo y borra
nuestras culpas. Muchas personas cargan toda su vida con un fardo
pesado, creyendo que hay que aplacar la ira de Dios por el pecado
cometido. Recuerdo una escena de la película "La Misión"
cuando el ex capitán Mendoza sube a lo más alto de la catarata con
toda su armadura, hasta que viéndole extenuado el P. Gabriel le
corta sus amarras. ¿Cuál es la muestra de arrepentimiento que Dios
espera de nosotros? Que sepamos negarnos a nosotros mismo, es decir
morir a nosotros mismos, a nuestro egoísmo, como el grano de trigo
que cae en tierra y muere para dar vida. Así se cumple aquello de
que "el que pierde su vida por mí, la encontrará".
Dios
no recuerda nuestros pecados.
Anthony de Mello en
uno de sus libros cuenta que un sacerdote estaba harto de una señora
muy devota que día tras día venía a contarle las revelaciones que
Dios personalmente le hacía. La buena señora entraba en
comunicación directa con el cielo y recibía mensaje tras mensaje.
El cura, queriendo descubrir lo que había de superstición en
aquellas supuestas revelaciones, dijo a la mujer:
-- Mira, la próxima
vez que veas a Dios dile, para que yo esté seguro de que es El quien
te habla, que te diga cuáles son mis pecados, esos que sólo yo
conozco.
El cura pensó que
así la mujer callaría para siempre. Pero a los pocos días apareció
de nuevo la beata.
-- ¿Hablaste con
Dios?
-- Sí.
-- ¿Y te dijo mis
pecados?
-- Me dijo que no me
los podía decir porque los había olvidado.
Al oír esta
respuesta el sacerdote no pudo concluir si las apariciones eran
verdaderas o eran falsas. Pero descubrió que la teología de aquella
buena mujer era buena y profunda; porque la verdad es que Dios no
sólo perdona los pecados de los hombres, sino que una vez perdonados
los olvida, es decir los perdona del todo.
Lectura segona He 5,7-9
Aprengué a ser obedient i es convertí en
font de salvació eterna
Hacer la voluntad de
Dios significa "hacer lo que agrada a Dios, hacer lo que Dios
desea". No se trata de obedecer una ley abstracta e impersonal,
sino de vivir las consecuencias de una relación personal con Dios
como la que tenía Jesús con el Padre. En efecto, cuando amamos a
alguien buscamos espontáneamente hacer lo que le agrada, actuar en
pos de su felicidad. Pero, al mismo tiempo, si Dios nos ama, su
felicidad es que nosotros descubramos la vida en plenitud, que seamos
felices, no una felicidad superficial, sino la que experimenta el ser
humano que se convierte en el hombre que está llamado a ser.
Respetando nuestra libertad, Dios nos invita a realizar plenamente el
ser que somos, desarrollando todos los dones depositados en nosotros.
Su designio no es una cadena que suprima nuestra libertad sino una
llamada a utilizarla plenamente para ser cada vez más capaces, a
imagen suya, de amar y servir. Jesús, el hombre más libre que
podemos imaginarnos, hizo la voluntad de Padre, "aprendió
sufriendo a obedecer" (Carta a los Hebreos). Hay personas que al
rezar el Padrenuestro dicen con vacilación "hágase tu
voluntad", como si se tratase de algo difícil de cumplir o algo
malo que nos va a suceder. No han llegado a darse cuenta que todo es
para nuestro bien, es un Dios que está a favor nuestro, cuya
voluntad es nuestra felicidad, aunque tengamos que morir a nosotros
mismos. La voluntad de Dios para nuestro mundo es que se haga
realidad el Reino de Dios, un reino donde haya justicia, misericordia
y perdón como condimentos para que estalle la paz. Todos somos
corresponsables de que la voluntad de Dios para nuestro mundo
comience aquí y ahora...
Evangeli Jo 12,20-33
El gra de blat, quan cau a terra, si mor,
dóna molt de fruit
Lectura
de l'evangeli segons sant Joan
En
aquell temps, alguns d'entre els grecs que havien pujat a Jerusalem
per adorar Déu en ocasió de la festa, anaren a trobar Felip, que
era de Bet-Saida de Galilea, i li pregaven: «Senyor, voldríem veure
Jesús». Felip anà a dir-ho a Andreu i tots dos ho digueren a
Jesús. Jesús els respongué: «Ha arribat l'hora que el Fill de
l'home serà glorificat. Us ho dic amb tota veritat: si el gra de
blat, quan cau a terra, no mor, queda sol, però si mor, dóna molt
de fruit. Els qui estimen la seva pròpia vida la perden; els qui no
l'estimen en aquest món, la guarden per a la vida eterna. Si algú
es vol fer servidor meu, que em segueixi, i s'estarà on jo m'estic.
El Pare honorarà els qui es fan servidors meus.
En
aquests moments em sento torbat. Què he de dir? Pare, salveu-me
d'aquesta hora? No, és per arribar en aquesta hora, que jo he
vingut. Pare, glorifiqueu el vostre nom». Una veu va dir del cel
estant: «Ja l'he glorificat, però encara el glorificaré». La gent
que ho sentí deia que havia estat un tro; d'altres deien que un
àngel li havia parlat. Jesús els digué: «No és per mi que s'ha
sentit aquesta veu, és per vosaltres. Ara és el moment que aquest
món serà condemnat. Ara el sobirà d'aquest món serà expulsat, i
jo, quan seré enlairat damunt la terra, atrauré tothom cap a mi».
Deia això indicant com havia de ser la seva mort.
Domingo 5 Cuaresma Ciclo B ( Castellano ) https://youtu.be/Rsqzh6kWGWU
Carêre 5e Dimanche Cycle B ( Français ) https://youtu.be/_Upu6eHOrm0
Sunday 5th Lent Cycle B ( English ) https://youtu.be/BxgjqJ0VJeQ
Domingo 5 Cuaresma Ciclo B ( Portugês ) https://youtu.be/FFAIti6y45Q
Domenica 5 Quaresima Anno B ( Italiano ) https://youtu.be/AC3JZJJtI80
Cuando
te has olvidado de ti mismo,
cuando
te has agotado en el servicio a los últimos,
cuando
has vencido la tentación de cualquier apego,
cuando
has aceptado el sufrimiento como compañero,
cuando
has sabido perder,
cuando
ya no pretendes ganar,
cuando
has compartido lo que tú necesitabas,
cuando
te has arriesgado por el pobre,
cuando
has enjugado las lágrimas del inocente,
cuando
has rescatado a alguien de su infierno,
cuando
has puesto tu voluntad
en las manos de Dios,
en las manos de Dios,
cuando
te has purificado de tu orgullo,
cuando
te has vaciado
de tanto acopio superfluo,
de tanto acopio superfluo,
cuando
te sientes herido ...
brilla
en ti, gratis, la luz de Dios,
sientes
su presencia
irradiando frescura primaveral,
irradiando frescura primaveral,
y
su perfume te envuelve y reanima.
Ya
no necesitas otros tesoros.
Dios
te acompaña,
te
habla,
te
protege.
Te
sientes esponjado en un mar de dicha.
Y
si no estás en las nubes,
es
un Tabor
que
se te ofrece gratis,
para
que disfrutes ya lo presente
y
camines firme
y
sin temores.
(Florentino
Ulibarri, “Al viento del Espíritu”)
Senyor,
perdona’m els meus
silencis,
quan calia parlar.
Perdona’m les
meves paraules buides,
quan calia actuar.
Perdona’m que hagi
confós el teu Evangeli
amb la meva saviesa.
Perdona’m d’haver
reduït el meu servei
a aquells que són
amics.
Perdona’m la meva
mediocritat,
la meva manca d’amor
i generositat.
Perdona’m les
meves ofenses
com jo perdono els
que m’han ofès,
i ensenya’m a
perdonar s
ense ferir aquells
que perdono.
(Federació de
parròquies de França)
MI ALMA SE AGITA,
SEÑOR
Cuando llega la
hora de la verdad,
y siento que no
tengo tantas fuerzas
para defender tú
Reino.
Porque me cuesta
renunciar a mi “YO”
y decirte que soy
todo tuyo, Señor.
MI ALMA SE
AGITA, SEÑOR
Porque, lejos de
ser trigo que muere,
pretendo ser flor
que nunca se marchita
que no quiere
perder ninguno de sus pétalos
que, lejos de
renunciar a su hermosura,
la quiere salvar a
toda costa.
MI ALMA
ESTÁ AGITADA, SEÑOR
Porque para dar
fruto,
me dices que,
primero, hay que desaparecer
Porque para darte
gloria,
me recuerdas que he
de sucumbir
Porque para, ser de
los tuyos,
he de alejarme de
muchos de los míos.
MI ALMA
ESTÁ AGITADA, SEÑOR
¿Qué te diré?
¿A quién clamaré?
¿A dónde iré?
¿Merece la pena, Señor?
Como Tú, Señor,
también yo digo:
Líbrame de
aquellas horas
que me producen
pena y llanto
Evítame las
cruces excesivamente pesadas
Condúceme por
los caminos
no inhumanamente
estrechos.
Pero, eso sí,
Señor; No se haga mi voluntad
Porque, sé mi
Señor,
que todo lo que me
pides y me das
que todo lo que
pones bajo mis pies
es porque,
previamente, Señor,
sabes que lo puedo
soportar, y por Ti entregar.
MI ALMA
ESTÁ AGITADA, SEÑOR
Pero sé que, hoy
y siempre,
la esperanza que
tengo en Ti, no me defraudará. Amén
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