
PERÒ CAMINEM VINCULATS?"
"Ell, que era de condició divina,
no es volgué guardar gelosament
la seva igualtat amb Déu,
Sinó que es va fer no res:
prengué la condició d'esclau
i es féu semblant als homes.
Tingut per un home qualsevol,
s'abaixà... (Flp 2,6-8a)
- 1r DIUMENGE D'ADVENT -
CORONA DE ADVIENTO
(Oración para leer
mientras se enciende
la primera vela de
la corona)
Señor, encendemos
esta vela,
como quien enciende
su lámpara,
para poder caminar,
en medio de la noche,
al encuentro del
Amigo que llega.
Por eso hoy oramos:
"Ven, Señor Jesús !"
Pero nuestro grito
sale de un corazón
pobre y débil.
Señor, a lo mejor
vienes
y nos hemos ido.
A lo mejor vienes
y nuestro corazón
no te acoge.
Como el que pronto
se cansa de vigilar
y esperar.
Danos fuerzas para
permanecer
a la espera de tu
venida
para abrirte la
puerta cuando llames.
Así podremos
sentarnos a tu lado
y escuchar la
Palabra del Padre
que vienes a
anunciarnos;
y crear con todos
los hombres y mujeres
un Cielo Nuevo y una
Tierra Nueva.
Lectura primera Is 2,1-5
El Senyor reuneix totes les nacions
en la pau eterna del Regne de Déu
en la pau eterna del Regne de Déu
Lectura segona Rm 13,11-14a
Tenim la salvació a prop nostre
Lectura de l'evangeli segons sant Mateu (Mt 24,37-44)
En aquell temps, deia Jesús als seus deixebles: «Quan vindrà el Fill de
l'home, passarà com en temps de Noè. Els dies abans del diluvi tothom
continuava menjant i bevent i casant-se, fins que Noè hagué entrat a
l'arca. No s'havien adonat de res quan els sorprengué el diluvi i se'ls
endugué tots. Igual passarà en l'adveniment del Fill de l'home. Si hi
hagués llavors dos homes plegats al camp, potser l'un fora pres i
l'altre deixat; si hi hagués dues dones molent plegades, potser l'una
fora presa i l'altra deixada. Vetlleu, doncs, perquè no sabeu quin dia
vindrà el vostre Senyor. Estigueu-ne segurs: si el cap de casa hagués
previst l'hora de la nit que el lladre vindria, no s'hauria adormit ni
hauria permès que li entressin a casa. Estigueu a punt també vosaltres,
que el Fill de l'home vindrà a l'hora menys pensada».
PAPA FRANCISCO - Palabras antes del Angelus del domingo 01 de diciembre de 2019
Queridos hermanos y
hermanas,
Hoy, primer domingo
del tiempo de Adviento, comienza el nuevo año litúrgico. En estas
cuatro semanas de Adviento, la liturgia nos lleva a celebrar la
Navidad de Jesús, al tiempo que nos recuerda que Él viene a
nuestras vidas cada día, y regresará gloriosamente al final de los
tiempos. Esta certeza permitirá nos lleva a mirar al futuro con
confianza, como el profeta Isaías nos invita a hacer, que con su voz
inspirada acompaña todo el camino del Adviento.
En la primera
lectura de hoy, Isaías profetiza que “al final de los días,
estará firme el monte del templo del Señor en la cumbre de las
montañas mas elevado que las colinas; hacia el confluirán todas las
naciones”. (2,2). El templo del Señor en Jerusalén se presenta
como punto de convergencia, como punto de encuentro de todos los
pueblos. Después de la Encarnación del Hijo de Dios, Jesús mismo
se reveló como el verdadero templo.
Por lo tanto, la
maravillosa visión de Isaías es una promesa divina y nos impulsa a
asumir una actitud de peregrinación, de camino hacia Cristo, sentido
y fin de la historia. Los que tienen hambre y sed de justicia sólo
pueden encontrarla recorriendo los caminos del Señor; mientras que
el mal y el pecado provienen del hecho de que los individuos y los
grupos sociales prefieren seguir caminos dictados por intereses
egoístas, causando conflictos y guerras. El Adviento es tiempo
favorable para acoger la venida de Jesús, que viene como mensajero
de paz para mostrarnos los caminos del Señor.
En el Evangelio de
hoy, Jesús nos exhorta a estar preparados para su venida: “Velen,
pues, porque no saben en qué día vendrá el Señor” (Mt 24, 42).
Velar no significa tener materialmente los ojos abiertos, sino tener
el corazón libre y orientado en la dirección correcta, es decir,
dispuesto al don y al servicio, esto es velar. El sueño del que
debemos despertar está constituido por la indiferencia, por la
vanidad, por la incapacidad de establecer relaciones genuinamente
humanas, por la inacapacidad de hacerse cargo del hermano solo,
abandonado o enfermo.
La espera de Jesús
que viene debe traducirse, por tanto, en un compromiso de vigilancia.
Se trata, en primer lugar, de maravillarse ante la acción de Dios,
ante sus sorpresas, y de darle a Él la primacía. La vigilancia
significa también, concretamente, estar atentos a nuestro prójimo
en dificultades, a dejarnos interpelar por sus necesidades, sin
esperar a que él o ella nos pida ayuda, sino aprender a prevenir, a
anticipar, como hace Dios siempre con nosotros.
Que María, la
Virgen vigilante y Madre de la esperanza, nos guíe en este camino,
ayudándonos a para dirigir nuestra mirada hacia la “montaña del
Señor”, imagen de Jesucristo, que atrae hacia sí a todos los a
los hombres y a todos los pueblos.
perquè vivim
esperant-vos
el nostre clam
constant és:
"Veniu Senyor
Jesús!"
Però massa sovint
ens deixem decaure,
perquè ens sembla
que res no canvia.
Feu-nos descobrir,
Senyor,
que sou també Vós
qui ens espereu;
que sou també Vós
qui espereu
que l'ésser humà
canviï
i que siguem
nosaltres
els qui marxem
a l'encontre
d'Aquell qui ve,
Jesús, el Crist,
el Déu viu,
el Déu que salva.
Hoy es el día que
ha hecho el Señor.
Hoy es el día que
mañana cuenta.
Hoy es el día que
nadie cuestiona,
hoy es el día, yo
lo acepto.
Hoy - no ayer. Hoy -
no mañana.
Hoy es mi día.
Quien desde mañana
se vuelve bueno,
hoy es aún malo.
Quien desde mañana
hace la paz,
hoy vive aún en
guerra.
Quien desde mañana
comienza,
hoy no cuenta.
Hoy - no ayer. Hoy -
no mañana.
EL hoy es mío.
Klaus-Peter Giersch
Tú sabes que sí,
ven.
Ven Jesús
samaritano,
que hay pobres y te
llaman,
necesitan tu calor,
tu cercanía.
Ven, Jesús amigo,
que hay hambrientos
de pan y de ternura.
Ven, Jesús
compañero,
que hay pequeños
que lloran sin consuelo.
Ven, luz, liberador,
que hay millones de
esclavos, ¡todavía!
Ven, Jesús hermano,
háblanos de nuevo
de tu Padre,
nuestro Padre.
Ven, Jesús
resucitado,
contágianos de tu
victoria,
de la Gloria del
Espíritu.
Ven, Jesús divino,
exprésanos tu amor,
dinos que amar
es lo único que
importa.
¡Gracias por tu
amor!
... i el nou grup escolans que vam encetar!!!
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