dilluns, 2 de desembre del 2019

1r ADVENT 2019

"VIVIM CONNECTATS... 
   PERÒ CAMINEM VINCULATS?"

"Ell, que era de condició divina,
no es volgué guardar gelosament
la seva igualtat amb Déu,
  Sinó que es va fer no res:
prengué la condició d'esclau
i es féu semblant als homes.
Tingut per un home qualsevol,
   s'abaixà... (Flp 2,6-8a) 








- 1r DIUMENGE D'ADVENT - 




CORONA DE ADVIENTO
(Oración para leer mientras se enciende
la primera vela de la corona)
Señor, encendemos esta vela,
como quien enciende su lámpara,
para poder caminar, en medio de la noche,
al encuentro del Amigo que llega.
Por eso hoy oramos: "Ven, Señor Jesús !"
Pero nuestro grito
sale de un corazón pobre y débil.
Señor, a lo mejor vienes
y nos hemos ido.
A lo mejor vienes
y nuestro corazón no te acoge.
Como el que pronto
se cansa de vigilar y esperar.
Danos fuerzas para permanecer
a la espera de tu venida
para abrirte la puerta cuando llames.
Así podremos sentarnos a tu lado
y escuchar la Palabra del Padre
que vienes a anunciarnos;
y crear con todos los hombres y mujeres
un Cielo Nuevo y una Tierra Nueva.




Lectura primera Is 2,1-5
El Senyor reuneix totes les nacions
  en la pau eterna del Regne de Déu

 

Lectura segona Rm 13,11-14a
Tenim la salvació a prop nostre
Lectura de l'evangeli segons sant Mateu (Mt 24,37-44)
En aquell temps, deia Jesús als seus deixebles: «Quan vindrà el Fill de l'home, passarà com en temps de Noè. Els dies abans del diluvi tothom continuava menjant i bevent i casant-se, fins que Noè hagué entrat a l'arca. No s'havien adonat de res quan els sorprengué el diluvi i se'ls endugué tots. Igual passarà en l'adveniment del Fill de l'home. Si hi hagués llavors dos homes plegats al camp, potser l'un fora pres i l'altre deixat; si hi hagués dues dones molent plegades, potser l'una fora presa i l'altra deixada. Vetlleu, doncs, perquè no sabeu quin dia vindrà el vostre Senyor. Estigueu-ne segurs: si el cap de casa hagués previst l'hora de la nit que el lladre vindria, no s'hauria adormit ni hauria permès que li entressin a casa. Estigueu a punt també vosaltres, que el Fill de l'home vindrà a l'hora menys pensada».




PAPA FRANCISCO - Palabras antes del Angelus del domingo 01 de diciembre de 2019
Queridos hermanos y hermanas,
Hoy, primer domingo del tiempo de Adviento, comienza el nuevo año litúrgico. En estas cuatro semanas de Adviento, la liturgia nos lleva a celebrar la Navidad de Jesús, al tiempo que nos recuerda que Él viene a nuestras vidas cada día, y regresará gloriosamente al final de los tiempos. Esta certeza permitirá nos lleva a mirar al futuro con confianza, como el profeta Isaías nos invita a hacer, que con su voz inspirada acompaña todo el camino del Adviento.
En la primera lectura de hoy, Isaías profetiza que “al final de los días, estará firme el monte del templo del Señor en la cumbre de las montañas mas elevado que las colinas; hacia el confluirán todas las naciones”. (2,2). El templo del Señor en Jerusalén se presenta como punto de convergencia, como punto de encuentro de todos los pueblos. Después de la Encarnación del Hijo de Dios, Jesús mismo se reveló como el verdadero templo.
Por lo tanto, la maravillosa visión de Isaías es una promesa divina y nos impulsa a asumir una actitud de peregrinación, de camino hacia Cristo, sentido y fin de la historia. Los que tienen hambre y sed de justicia sólo pueden encontrarla recorriendo los caminos del Señor; mientras que el mal y el pecado provienen del hecho de que los individuos y los grupos sociales prefieren seguir caminos dictados por intereses egoístas, causando conflictos y guerras. El Adviento es tiempo favorable para acoger la venida de Jesús, que viene como mensajero de paz para mostrarnos los caminos del Señor.
En el Evangelio de hoy, Jesús nos exhorta a estar preparados para su venida: “Velen, pues, porque no saben en qué día vendrá el Señor” (Mt 24, 42). Velar no significa tener materialmente los ojos abiertos, sino tener el corazón libre y orientado en la dirección correcta, es decir, dispuesto al don y al servicio, esto es velar. El sueño del que debemos despertar está constituido por la indiferencia, por la vanidad, por la incapacidad de establecer relaciones genuinamente humanas, por la inacapacidad de hacerse cargo del hermano solo, abandonado o enfermo.
La espera de Jesús que viene debe traducirse, por tanto, en un compromiso de vigilancia. Se trata, en primer lugar, de maravillarse ante la acción de Dios, ante sus sorpresas, y de darle a Él la primacía. La vigilancia significa también, concretamente, estar atentos a nuestro prójimo en dificultades, a dejarnos interpelar por sus necesidades, sin esperar a que él o ella nos pida ayuda, sino aprender a prevenir, a anticipar, como hace Dios siempre con nosotros.
Que María, la Virgen vigilante y Madre de la esperanza, nos guíe en este camino, ayudándonos a para dirigir nuestra mirada hacia la “montaña del Señor”, imagen de Jesucristo, que atrae hacia sí a todos los a los hombres y a todos los pueblos.







Senyor i Déu nostre,
perquè vivim esperant-vos
el nostre clam constant és:
"Veniu Senyor Jesús!"

Però massa sovint
ens deixem decaure,
perquè ens sembla
que res no canvia.

Feu-nos descobrir, Senyor,
que sou també Vós qui ens espereu;
que sou també Vós qui espereu
que l'ésser humà canviï
i que siguem nosaltres
els qui marxem
a l'encontre d'Aquell qui ve,
Jesús, el Crist,
el Déu viu,
el Déu que salva.








Hoy es el día que ha hecho el Señor.
Hoy es el día que mañana cuenta.
Hoy es el día que nadie cuestiona,
hoy es el día, yo lo acepto.
Hoy - no ayer. Hoy - no mañana.
Hoy es mi día.
Quien desde mañana se vuelve bueno,
hoy es aún malo.
Quien desde mañana hace la paz,
hoy vive aún en guerra.
Quien desde mañana comienza,
hoy no cuenta.
Hoy - no ayer. Hoy - no mañana.
EL hoy es mío.
                          Klaus-Peter Giersch








Sí, ven, Jesús.
Tú sabes que sí, ven.
Ven Jesús samaritano,
que hay pobres y te llaman,
necesitan tu calor, tu cercanía.
Ven, Jesús amigo,
que hay hambrientos de pan y de ternura.
Ven, Jesús compañero,
que hay pequeños que lloran sin consuelo.
Ven, luz, liberador,
que hay millones de esclavos, ¡todavía!
Ven, Jesús hermano,
háblanos de nuevo de tu Padre,
nuestro Padre.
Ven, Jesús resucitado,
contágianos de tu victoria,
de la Gloria del Espíritu.
Ven, Jesús divino,
exprésanos tu amor,
dinos que amar
es lo único que importa.
¡Gracias por tu amor!







... i el nou grup escolans que vam encetar!!!

























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