dilluns, 16 de desembre del 2019

3r ADVENT 2019



"VIVIM CONNECTATS... 
   PERÒ CAMINEM VINCULATS?"
"Ell, que era de condició divina,
no es volgué guardar gelosament
la seva igualtat amb Déu,
  Sinó que es va fer no res:
prengué la condició d'esclau
i es féu semblant als homes.
Tingut per un home qualsevol,
   s'abaixà... (Flp 2,6-8a) 





CORONA D'ADVENT
             Tercer diumenge.


● En la foscor s'ha encés una llum,
en el desert s'ha sentit el crit d'una veu.
Arriba la gran notícia:
El Senyor és a punt d'arribar!
Prepareu els seus camins,
perquè ja s'acosta.


● Adorneu la vostra ànima
com una núvia
engalanada el dia del casament.
Ja és aquí el missatger.
Joan Baptista no és la llum,
sinó el qui ens anuncia la llum.


● Senyor,
quan encenem aquestes tres espelmes
cada u de nosaltres vol ser
torxa vostra perquè brilleu,
flama vostra perquè escalfeu.


● Veniu, Senyor, a salvar-nos,
ompliu-nos amb la vostra llum,
escalfeu-nos amb el vostre amor!



3r DIUMENGE D'ADVENT


Lectura primera Is 35,1-6a.10
Déu mateix us ve a salvar





Lectura segona Jm 5,7-10
Mantingueu ferms els vostres cors,
que la vinguda del Senyor és a prop






Lectura de l'evangeli segons sant Mateu
En aquell temps, Joan, que era a la presó, va sentir dir el que feia Crist, i va enviar els seus deixebles per preguntar-li: «Sou vós el qui ha de venir o n'hem d'esperar un altre?». Jesús els va respondre: «Aneu a anunciar a Joan el que veieu i el que heu sentit dir: els cecs hi veuen, els invàlids caminen, els leprosos queden purs, els sords hi senten, els morts ressusciten, els desvalguts senten l'anunci de la bona nova, i feliç aquell que no quedarà decebut de mi». Mentre ells se n'anaven, Jesús es posà a parlar a la gent de Joan: «Què heu sortit a veure al desert? Una canya sacsejada pel vent? Doncs, què hi heu sortit a veure? Un home vestit delicadament? Els qui porten vestits delicats viuen als palaus dels reis. Doncs, què hi heu sortit a veure? Un profeta? Sí, ho puc ben dir, i més que profeta: és aquell de qui diu l'Escriptura: "Jo envio davant teu el meu missatger, perquè et prepari el camí". Us ho dic amb tota veritat: Entre tots els qui les mares han portat al món no n'hi ha hagut cap de més gran que Joan Baptista; tanmateix el més petit al Regne del cel és més gran que ell». 


Palabras del Papa Francisco antes del Ángelus 
- 3r domingo de Adviento - 15-12-2019
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En este tercer domingo de Adviento, llamado domingo de la “alegría”, la Palabra de Dios nos invita por un lado a la alegría, y por otro a la conciencia de que la existencia también incluye momentos de duda  en los que es difícil creer. Alegría y duda son experiencias que forman parte de nuestra vida.
A la invitación explícita a la alegría del profeta Isaías: “Que el desierto y la tierra seca se alegren, que la estepa florezca y se regocije” (35,1), la duda de Juan el Bautista se opone en el Evangelio: “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?” (Mt 11,3). En efecto, el profeta ve más allá de la situación: tiene delante de él a personas desanimadas: manos débiles, rodillas temblorosas, corazones perdidos(ver 35,3-4). Es la misma realidad que pone a prueba la fe en todo momento. Pero el hombre de Dios mira más allá, porque el Espíritu Santo hace que su corazón sienta el poder de su promesa, y anuncia la Salvación: “¡Ánimo, no tengas miedo! Aquí está tu Dios, […] Él viene a salvarte” (v. 4). Y luego Todo se transforma: el desierto florece, el consuelo y la alegría se apoderan de los perdidos de corazón, el cojo, el ciego, el mudo son sanados (cf. vv. 5-6). Esto es lo que se realiza con Jesús: “los ciegos” recuperan la vista, los cojos caminan, los leprosos se purifican, los sordos oyen, los muertos resucitan, el Evangelio es anunciado a los pobres” (Mt 11,5).
Esta descripción nos muestra que la salvación envuelve al hombre por completo y lo regenera. Pero este nuevo nacimiento, con la alegría que lo acompaña, presupone siempre una muerte para nosotros y para el pecado que está en nosotros. De ahí la llamada a la conversión, que es la base de la predicación tanto del Bautista como de Jesús. En particular, se trata de convertir la idea que tenemos de Jesús. Y el tiempo de Adviento nos anima a hacerlo precisamente para preguntar que Juan el Bautistaesta le hace a Jesús: “¿ eres tú el que tiene que venir o debemos esperar a otro?” (Mt 11,3). Pensemos: durante toda la vida que Juan ha estado esperando al Mesías; su estilo de vida, su cuerpo en sí mismo está moldeado por esta espera. También por esta razón Jesús los alaba con estas palabras: nadie es más grande que el que ha nacido de una mujer (cf. Mt 11,11). Y sin embargo, él también ha tenido que convertirse a Jesús. Como Juan, también nosotros estamos llamados a reconocer el rostro que Dios ha elegido asumir en Jesucristo, humilde y misericordioso.
El Adviento, tiempo de gracia, nos dice que no basta con creer en Dios: es necesario purificar nuestra fe todos los días. Se trata de prepararnos para acoger no a un personaje de cuento de hadas, sino al Dios que nos llama, nos involucra y ante la cual se impone una elección. El niño que yace en el pesebre tiene el rostro de nuestros hermanos y hermanas más necesitados, de los pobres que “son los privilegiados de este misterio y, a menudo, los más capaces de reconocer la presencia de Dios en medio de nosotros”. (Carta Apostólica Admirable signum, 6).
Que la Virgen María nos ayude para que a medida que nos acercamos a la Navidad, no nos dejemos distraer por las cosas externas, sino que hagamos espacio en nuestro corazón para Aquel que ya ha venido y quiere venir de nuevo a curar nuestras enfermedades y darnos su alegría.





Ven, Señor, a salvarnos.
Piden pan los hambrientos
y los oprimidos, justicia.
Claman por su libertad los esclavos
y necesitan salud los enfermos.


Ven, Señor, a salvarnos.
Hay tantas tristezas y desengaños.
Hay víctimas del odio humano,
son muchos los que se doblan
o que ya no pueden levantarse.


Ven, Señor, a salvarnos.
Y haz de nosotros mesías multiplicados,
pon en nuestras manos
tu fuerza y medicina,
el aceite de tu Espíritu,
dando buenas noticias,
siendo buena noticia para los demás



JUAN BAUTISTA: TESTIGO DE DIOS.
Juan Bautista, y el discípulo amado,
y los primeros discípulos,
y todos los discípulos de Jesús de todos los tiempos,
somos llamados a dar testimonio y señalar a Jesús
diciendo “Él es el Elegido de Dios”.
Él es el que vino a sanar los corazones rotos,
a darnos la paz
y a hacernos acceder a la verdad.
Quienes son testigos de Jesús no anuncian ideas,
ideologías, ni siquiera doctrinas.
No buscan seguidores para sí y su propia gloria,
sino que tratan de llevar a otros a Jesús.
No manipulan a las personas
ni les imponen sus ideas o su manera de vivir.
Creen en el poder de la convicción de la verdad
y en la libertad de las personas para aceptarla o rechazarla.
Hablan de lo que han vivido, experimentado,
visto y oído en su corazón.
Hablan claramente con verdad y con valor,
incluso a pesar de la oposición o las burlas.
Cuentan su historia.
Cuentan cómo Jesús sana sus corazones de piedra,
y pone en su lugar corazones de carne,
los introduce en el amor y la compasión universales
y derriba las barreras de la cultura, el temor y el pecado,
que los encierran en sí mismos.
Los testigos encuentran cómo Jesús transforma sus vidas
y les da una nueva paz, alegría y libertad interior.
La gente en nuestro mundo encuentra esperanza
cuando topa con testigos creíbles,
personas con fe viva que dan testimonio de Dios
- más con su vida, su creciente compasión, y su amor
que con sus ideas o sus palabras-.
Jesús dijo que sus discípulos serían conocidos
por el amor que se tuvieran unos a otros”
                         (JEAN VANIER)



            ORACIÓN DE LA ESPERANZA
Señor, una vez más estoy delante de tu misterio,
estoy constantemente envuelto en tu presencia,
que tantas veces se torna en ausencias de tu presencia.
Mirando el inmenso mundo de la tierra de los hombres
tengo la impresión de que muchos ya no esperan en Tí.
Yo mismo hago mis planes, trazo mis metas
y pongo las piedras de un edificio del cual
el único arquitecto parezco ser yo mismo.
Hoy día los hombres somos muchas veces unas criaturas
que nos constituimos en esperanza de nosotros mismos.
Dame, Señor, la convicción más profunda
de que estaré destruyendo mi futuro,
siempre que la esperanza en Ti no estuviera presente.
Haz que comprenda profundamente que, a pesar
del caos de cosas que me rodea,
a pesar de las noches que atravieso,
a pesar del cansancio de mis días,
mi futuro está en tus manos y que la tierra que me muestras
en el horizonte de mi mañana será más bella y mejor.
Deposito en tu misterio mis pasos y mis días
porque sé que tu hijo y mi hermano venció la desesperanza,
y garantizó un futuro nuevo, porque pasó de la muerte a la vida.   
                                                    (Khalil Gibran)





LAS ACCIONES DE CARITAS DEBEN SER SAL Y LUZ.
“Las acciones de Cáritas deben ser sal, estar inmersas en vidas, lugares, procesos, en barrios y pueblos. Acciones pequeñas, aparentemente sencillas, pero transformadoras en su esencia, en su concepción y en su realización, en lo que proponen y en lo que generan.
Las acciones de Cáritas deben ser luz, demostrando que es posible, que hay nuevos caminos, otras formas de mirar y actuar, un orden nuevo que se puede construir. Las acciones de Cáritas, partiendo de los hechos, van alumbrando una nueva sociedad desde la cualidad de los significativo.
En la Doctrina Social de la Iglesia, cuando hablamos de “cómo” estar al lado de las personas en situación de exclusión, nuestra guía inmutable debe ser la dignidad de las personas. Y cuando valoramos “dónde” estar, tenemos como guía la opción preferencial por los pobres. “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con unos de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt 25,40)
Nuestro lugar es aquel en el que están los pobres, los más pequeños, los más humildes. En los márgenes, allí donde están aquellos a los que expulsamos de nuestras sociedades, es nuestro lugar. Y esto implica una opción, ante las dudas sobre cómo actuar, qué priorizar, qué acción desarrollar, la opción son los más pobres. Desde allí debemos mirar y actuar.”

ANA ABRIL FERNÁNDEZ Presencia profética de Cáritas en el contexto actual. (Madrid, 2012), p.29.

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  .... i DIVENDRES ANEM A BUSCAR
 LA "LLUM DE BETLEM"  !!!


La portarem i la podeu recollir amb el vostre fanalet, a la parròquia, el dia 24 de 18h a 20h, per tenir-la a casa per Nadal.

Igualment la vetllarem encesa davant el Pessebre de l'església durant les festes. Visca!!!

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